Gerardo González nos relata el calvario que como joven padre a debido vivir para ver a su pequeña hija de cinco años de edad.
Aprobada por el Senado recientemente, el proyecto de ley para dar los mismos derechos que tiene la madre al padre a la hora de quedarse con la tuición de los hijos, y que es conocida como “Amor de Papá” está llegando a un terreno más decisivo luego de años de trámites que no han llegado a buen puerto.
Grupos de papás que, ya sea por decisión de un tribunal o por la negativa de la madre, no pueden ver a sus hijos, que cuyo régimen de visitas ha sido vulnerado por los caprichos de la progenitora, forman parte de los cientos de ‘héroes’ que han quedado en el camino o que siguen luchando en una batalla por reivindicar sus derechos como padres.
El abogado maulino Héctor Muñoz, a quien le ha tocado llevar adelante varios casos de tuición de hijos, sostuvo que “generalmente y cuando los padres se separan, es la madre la que se hace cargo de la tuición de los hijos. En ese sentido, mediante este proyecto se está tratando de modificar esta situación en relación que el artículo 19 número 2 de la constitución política señala que todos somos iguales ante la ley y por tanto se estaría discriminando a los padres por una cuestión de género, a priori y sin determinar quien está en mejores condiciones de cuidar al hijo”.
Sename sin postura al respecto
Legisladores que estuvieron y que siguen en el congreso, como el caso de los ex parlamentarios Álvaro Escobar o Marco Henríquez Ominani, han sido grandes defensores de esta ley, que a más de alguno ha puesto en aprietos.
Es el caso del director regional del Servicio Nacional de Menores, Blas Becerra, a quien le solicitamos entrevista e incluso lo esperamos durante largo rato a la entrada de una actividad de su repartición. Pero el funcionario público negó referirse a la situación, pues señaló que desde el nivel central no existe un discurso consistente y claro frente al tema, argumentando además que ellos no tienen mayor injerencia. Lo que es una vergüenza para la institución de gobierno que mayor sensibilidad debiese tener frente a los menores y su tutela.
Gerardo González: Testimonio de un padre afectado
Gerardo González forma parte de una historia conmovedora. Con 32 años, este ingeniero en informática es padre de una pequeña de cinco años. Hace poco tiempo se separó de la madre de su hija, y fue ahí cuando comenzaron todos los problemas.
“Logré visitas cada quince días y es lo más alto que pude conseguir. ‘Gracias a Dios’ tengo pernoctación porque hay padres que no la tienen, y es súper difícil ponerte a pensar que a mi hija en treinta días del mes yo la veo sólo cuatro, siendo que ella me ama y lo único que quiere es verme. Mucha gente me cuenta que ella toma el teléfono y pide llamar a su papá, pero no tengo permitida esa opción. Quiere ir a mi casa, quiere veme, me pregunta cuando vamos a salir. Tiene cinco años y no conoce un calendario y no se sabe los días de la semana, pero aún así sabe cuánto tiempo falta para ver a su papá” nos relata Gerardo entre lágrimas y en un crudísimo testimonio.
Este joven padre nos cuenta un calvario difícil que debe llevar a cuestas, lo que le ha significado pasar noches enteras revisando leyes y conociendo más acerca de la legislación que en nuestro país existe sobre la materia.
Hoy, dice que la ley “amor de papá” que al igual que muchos defiende y que ya fue aprobada por el Senado, serán una gran batalla ganada dentro de esta guerra en la que los hombres fueron, por décadas, los grandes derrotados.
“No tengo posibilidades de verla, de sacarla a jugar a la plaza, sólo cuando tengo visitas, y me hace la persona más feliz del mundo (…) Espero ver frutos y tener el apoyo que algún día esperé de los ministerios y de los tribunales de familia y fiscalía, para que se den cuenta que los papás también somos buenas personas y que tenemos las mismas capacidades de las madres para criar a un hijo. La ley a mí me fortalece mucho, y me da una alegría enorme. Cuando supe de su aprobación se me llenaron los ojos de lágrimas. Es lo que más quiero… a mi hija es a quien más quiero en el mundo” agrega emocionado Gerardo González.
Una ley antipopulista
A lo largo del tiempo, nos hemos dado cuenta que si bien algunos parlamentarios han llevado la bandera de lucha en esta causa, son muchos los políticos que prefieren no tomar el “toro por las astas”.
La razón de eso parece ser porque esta ley es antipopulista, considerando que le quitaría soberanía en la tuición a las madres, en una sociedad en que la mayor cantidad de votos provienen de las mujeres.