El economista y docente de la Universidad de Talca, Rodrigo Saens, sostuvo que la crisis de la cooperativa Abamcoop podría generar un efecto en cadena para el resto de instituciones financieras en el Maule.
Medidas precautorias puestas por el primer juzgado de policía local y en una situación de “cuerda floja” que podría conducir a la agrupación financiera a una eventual disolución, forman parte del escenario que hoy enfrenta la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abate Molina – Abamcoop – en el ya denominado “corralito talquino”.
La institución, creada en 1957, adeuda mil 300 millones de pesos a los más de 180 afectados, quienes ven con lejana esperanza como sus fondos y pensiones se pierden en una nebulosa de incertidumbres, con la posibilidad que no sean devueltos a sus manos.
Luego de un juicio que aún sigue llevando en su contra el Consejo de Defensa del Estado, y que se encuentra en la Corte de Apelaciones de Talca, Abamcoop está autorizada solo para que los socios paguen sus cuotas y la cobranza de morosos. Medida que les impide la captación de una nueva cartera de clientes, lo que según directivos de la cooperativa, sería una acción de salvataje para levantar sus arcas.
Pérdida de confianza financiera: el principal capital
El docente de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de Talca y Doctor de la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, Rodrigo Saens Navarrete, explicó que en este tipo de situaciones lo más grave es perder la confianza de la gente, pues “ese es el principal capital de toda institución financiera, como el caso de las cooperativas”.
El economista sostuvo que “si una cooperativa no es capaz de responder a los compromisos con sus clientes, genera una desconfianza que lamentablemente podría ocasionar un efecto en cadena para la economía regional y local, provocando que la ciudadanía deje de depositar sus fondos en todas las instituciones financieras que actualmente existen en el mercado, por muy bien posicionadas que éstas estén”.
“Informarse bien”
Saens Navarrete – quien también fue Secretario Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo en el Maule, durante los primeros años de gobierno de Sebastián Piñera – cree que “lo importante es que la gente se informe bien antes de depositar sus ahorros en una institución, y que estén al tanto de la salud financiera y el respaldo que ésta posea en el mercado”.
Acerca de la solución que dan los directivos de Abamcoop para salir del problema económico, y que consistiría en levantar la medida para poder captar nuevos socios o que los mismos cooperandos hagan nuevos aportes, Saens puntualiza que “lo veo poco factible, porque la confianza ya se ha trastocado, y es muy difícil pedirle a la gente que invierta en una institución que no cumple con los pagos”.
Eventual disolución
Daniela Silva Carrasco, abogada en delitos económicos, sostiene que en este ‘corralito talquino’ “el Ministerio de Economía encontró irregularidades en un balance del año 2010 de Abamcoop, y envió la información al Consejo de Defensa del Estado, quienes solicitaron la medida de no captar más socios a partir del 2011, lo que al parecer no se cumplió”.
Silva Carrasco, quien forma parte del equipo jurídico “Estrategia Abogados”, agregó que “de descubrirse algún delito de estafa, la cooperativa podría disolverse” puntualizando que la mejor opción para que los socios recuperen parte de su capital sería que demanden a la directiva o a la junta de vigilancia de la institución, la que tendría un patrimonio actual inferior a las mil UF. “Y de ese fondo repartir entre todos los acreedores”.